La goma laca es un producto natural producido por la cochinilla de la laca. Absorbe la savia de las plantas de los árboles y segrega una resina con la que protege sus huevos puestos. Tras la eclosión de los jóvenes pulgones, se recoge la resina incrustada que queda. La resina limpia y seca suele disolverse en alcohol -como en el caso de Clou Streich Shellac- para hacerla pincelable.
Puede utilizar la goma laca para crear capas transparentes en madera vieja o para retocar. Sin embargo, la goma laca sólo es adecuada para su uso en interiores, ya que se hincha en contacto con el agua. Sin embargo, la goma laca no es soluble en agua, por lo que las superficies pintadas con goma laca pueden limpiarse con un paño húmedo (no mojado). La goma laca se utiliza a menudo para restaurar instrumentos musicales o muebles antiguos, ya que la goma laca ya existía como precursora de las resinas y barnices de base plástica. Por ello, suele representar el material original con el que se recubrían las maderas interiores hace más de cien años.
La superficie de la goma laca se vuelve más brillante con cada capa aplicada. Con mucho esfuerzo, la goma laca puede utilizarse para crear superficies muy impresionantes. Para ello, hay que lijar bien la madera antes de la primera capa y también después de cada capa y de un tiempo de espera de catorce horas, es importante un lijado intermedio con grano muy fino (320). Como en todo trabajo de barnizado, es fundamental que la superficie esté limpia y, sobre todo, libre de polvo antes de barnizar.
La goma laca es fisiológicamente inofensiva, cumple la norma EN 71-3 (seguridad de los juguetes) y está aprobada para el contacto con los alimentos. En la industria alimentaria, la goma laca se utiliza, por ejemplo, como E 904 para el recubrimiento de grageas de chocolate o de cítricos (no veganos, no vegetarianos). Sin embargo, ahora se suele utilizar cera de carnauba en lugar de goma laca para que el dulce de chocolate se derrita en la boca y no en la mano.