Incluso si el frutero de una manta de ganchillo o los vaqueros desechados pueden no ser la taza de té de todos, el ejemplo muestra claramente lo que el endurecedor textil puede hacer con la rigidez de la tela, a saber: endurecer tejidos absorbentes como la lana, la seda, el algodón y el yute de tal manera que su forma o una cortina de pliegues esté "congelada". Las formas endurecidas permanecen permanentemente duras como la chapa de metal, son resistentes a la intemperie y al agua e incluso pueden lavarse en el lavavajillas hasta los 40°C.
Procesamiento: Llene la cantidad necesaria de endurecedor textil en un recipiente de plástico y sumerja la tela en el líquido transparente, escúrrala, sumérjala de nuevo y escúrrala de nuevo. A continuación, se cuelga la tela para que se seque o se coloca sobre un molde con una superficie lisa. Durante el tiempo de secado de 6-8 horas, usted puede volver a moldear sus piezas en cualquier momento.
Para esculturas u objetos ligeros como plumas, por ejemplo, puede colocar piezas o trozos de tela empapados en un refuerzo textil sobre una base de alambre. Después del curado, la superficie puede ser pintada con pinturas acrílicas. El endurecedor incoloro del tejido es inodoro después del curado y no contiene sustancias nocivas.
Atención: Por favor, no mezcle el líquido con agua o pinturas, ya que esto hará que la tela quede rígida e inutilizable.