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Lápices Faber-Castell

Más de 2.000 millones de lápices de madera al año y una historia empresarial que se remonta a 1761: la experiencia de Faber-Castell se refleja en los productos de la marca. Ya sea el encolado seguro o la zona de agarre patentada, los lápices Faber-Castell convencen como instrumentos de escritura y dibujo bien pensados.

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Lápices con estuche de madera de Faber-Castell

Sin los lápices, la marca Faber-Castell no estaría donde está hoy. Lo que empezó como un negocio familiar en Stein, cerca de Nuremberg, se ha convertido desde hace tiempo en una empresa activa en todo el mundo. La marca siempre es consciente de su responsabilidad: los lápices Faber-Castell son neutros para el clima. La empresa utiliza madera procedente de silvicultura sostenible certificada, la mayor parte de la cual procede de sus propios bosques. El barniz con el que se recubren los lápices Faber-Castell es ecológico y a base de agua.

Como todos los lápices con estuche de madera de la marca tradicional, los lápices convencen desde los años 60 con el llamado encolado secural. La mina del interior del lápiz no sólo está pegada al cuerpo en determinados puntos, sino en toda su longitud. La ventaja de esta técnica especial es que la mina se rompe con menos rapidez. Esto también hace que afilar el lápiz sea más relajado.

Es interesante saberlo: Si se te cae el lápiz con frecuencia, esto también puede ser responsable de que se rompa la mina.

Consejo: para los trazos sueltos, es aconsejable sujetar el lápiz por el extremo del cuerpo. Si, por el contrario, quieres hacer trazos precisos, controlarás mejor la punta si sujetas el lápiz cerca de ella.

La mina del lápiz

La mina del lápiz

¿Desea realizar dibujos técnicos precisos o bocetos animados con su lápiz Faber-Castell? La dureza de la mina es el factor más importante a la hora de elegir un modelo concreto. Viene determinada por la proporción de mezcla de arcilla y grafito. Cuanto mayor sea la proporción de arcilla, más duro será el instrumento de escritura y más delicado su trazo. Para trabajos artísticos con matices oscuros y profundidad, el lápiz puede ser más blando.

En este contexto, es importante señalar que no existe una norma internacional para la designación de los grados de dureza de los lápices. Faber-Castell utiliza las siguientes denominaciones:

B mayúscula significa la palabra inglesa Black. El lápiz tiene un trazo oscuro, es decir, es blando. Una mina dura se reconoce por una H mayúscula de Hard. Si los lápices Faber-Castell llevan la abreviatura HB, se trata de un híbrido, por así decirlo. En realidad, HB significa Hard Black: la mina es de dureza media. La F mayúscula significa Firme. Las letras se combinan con números que representan las diferentes gradaciones. Un lápiz Faber-Castell con la designación 6H, por ejemplo, es más duro que un modelo 2H.

Las designaciones se aplican no sólo a los lápices clásicos, sino también a los recambios de los portaminas Faber-Castell.

Consejo: La dureza de un lápiz es una cosa. Pero, por supuesto, el papel que elijas, o más concretamente su grano, también tiene una influencia decisiva en el efecto de tu trabajo. Cuanto más lisa sea la superficie, más fina será la estructura del dibujo.

El clásico Castell 9000

El clásico Castell 9000

El clásico absoluto entre los lápices Faber-Castell es sin duda el Castell 9000, que se introdujo ya en 1905. Puesto que está disponible en 12 grados diferentes de dureza, desde 8B hasta 2H, encontrará una variante adecuada tanto para escribir como para dibujar y hacer bocetos. Su cuerpo hexagonal es fácil de agarrar y se mantiene en su sitio incluso en las pausas.

En Modulor, el Castell 9000 está disponible tanto individualmente como en un juego de lápices Faber-Castell. Para trabajos a gran escala y diferentes anchos de trazo, puede optar por la versión XXL, el Castell 9000 Jumbo, con mina de grafito de 5,3 mm.

El Grip 2001

El Grip 2001

El Grip 2001 ya lleva su especialidad en el nombre: El lápiz Faber-Castell está equipado con una zona de agarre patentada. Las pequeñas protuberancias facilitan la sujeción del lápiz. La forma triangular ergonómica proporciona un apoyo adicional. Le garantiza que adoptará una posición correcta del lápiz casi automáticamente y podrá escribir sin cansarse. El lápiz está disponible en cinco grados de dureza diferentes.

Consejo: Los principiantes se beneficiarán de la versión jumbo del Grip 2001. El cuerpo ergonómico de este portaminas Faber-Castell es especialmente fácil de agarrar y sostener gracias a su gran formato.

Portaminas y portaminas Faber-Castell

¿Le gustan los portaminas clásicos, pero busca un modelo especialmente fiable? Entonces eche un vistazo a los portaminas y portaminas de embrague Faber-Castell de nuestra gama.

Su mango siempre tiene la misma longitud. Como el centro de gravedad de los portaminas no cambia al acortarse con el afilado regular, siempre disfrutará de la misma comodidad al dibujar, escribir y hacer bocetos con portaminas y lápices de embrague.

Faber-Castell Grip 1345 y Faber-Castell Grip Plus

Faber-Castell Grip 1345 y Faber-Castell Grip Plus

Los portaminas Grip 1345Grip Plus son ideales si le gusta utilizar su portaminas Faber-Castell para escribir. Ambos modelos están equipados con una mina con resorte. Se desliza hacia atrás mientras se escribe y por lo tanto se rompe menos rápidamente. Los lápices disponen de gomas de borrar giratorias para posibles correcciones. Las zonas de agarre de los bolígrafos son de goma. El modelo Grip Plus ofrece un agarre y una sujeción especialmente seguros gracias a su forma triangular.

El TK 9400

El TK 9400

El clásico entre los lápices de embrague Faber-Castell es el TK 9400. Su nombre lo deja claro: este lápiz es adecuado tanto para trabajos técnicos como artísticos. La fuerte pinza asegura que la mina se asiente firmemente. El mango hexagonal del portaminas Faber-Castell tiene ranuras de agarre ergonómicas. Ofrecemos una selección de minas en nueve grados de dureza. De 6B a 4B tienen un diámetro de 3,15 mm, entre 3B y 4H su diámetro es de 2 mm. Por lo tanto, a la hora de elegir un lápiz, es aconsejable considerar de antemano si prefiere utilizar un lápiz Faber-Castell duro o blando.

Dato curioso: Ni en el pasado ni en la actualidad un lápiz contenía plomo. Se asumió erróneamente que el grafito utilizado como mina era mineral de plomo. Incluso después de aclararse este error, los lápices conservaron su nombre original.