Dependiendo de si pinta de pie en el caballete o sentado en la mesa con colores líquidos o pastosos, diferentes paletas son adecuadas para mezclar los colores de forma limpia: con cubetas de mezcla o con una superficie plana, con o sin agujero de agarre, de plástico, madera o porcelana. Lo ideal es que la paleta tenga el mismo color que la base de pintura para que los colores se puedan juzgar mejor durante la mezcla con respecto a su efecto de color posterior.
Cuando se pinta sobre el caballete, el palet se sostiene normalmente en la mano. Las paletas de plástico ligero o de madera con un orificio de agarre son especialmente útiles para este fin, ya que al insertar el pulgar desde abajo a través del orificio de agarre, la paleta se apoya en la mano y el antebrazo con un agarre seguro. Los palets de porcelana pesada y los palets sin orificios de agarre son adecuados para trabajar en la mesa.
La elección de un palet con cubetas de mezcla profundizadas o una superficie plana depende de la consistencia de la pintura que se vaya a pintar. Para los colores pastosos como el óleo o las pinturas acrílicas, es conveniente una superficie grande y plana sobre la cual se pueden aplicar los colores directamente desde el tubo en el borde exterior y luego mezclarlos en la superficie intermedia. Los restos de pintura pueden limpiarse fácilmente de la superficie plana, eliminarse (pinturas acrílicas secas de algunos plásticos) o alisarse. Cuando se trabaja con pinturas líquidas como acuarelas, aguadas o acrílicas y pinturas al óleo diluidas con agentes de pintura para vidriar, se recomiendan paletas con campos de mezcla más profundos para que las pinturas no se mezclen involuntariamente con pinturas adyacentes.
Los palets de plástico son especialmente adecuados para pinturas que no utilizan disolventes, es decir, pinturas de acuarela, témpera y acrílicas. Para las pinturas acrílicas de secado rápido hay paletas de plástico, de las que se puede quitar fácilmente la película de pintura seca. Al pintar con pinturas al óleo, que a menudo utilizan pinturas y productos de limpieza a base de disolventes, existe el riesgo de que éstas ataquen el plástico.
Los palets de madera son especialmente adecuados para pinturas al óleo, siempre que su superficie haya sido tratada de tal manera que no elimine el aceite de la pintura al óleo. La superficie plana de la madera se puede limpiar con pintura residual (aceite de trementina o aguarrás) o se puede alisar la pintura seca. Para materiales de pintura líquidos (al óleo) es adecuado un tapón de palet de metal, que se puede fijar al palet.
Los palets o cuencos de porcelana son resistentes a disolventes, ácidos y bases, por lo que pueden utilizarse de muchas maneras diferentes. Su superficie vidriada no amarillea, es fácil de limpiar y garantiza que los colores permanezcan húmedos durante más tiempo.
Menos ecológicos, pero prácticos para pintar con óleo y acrílico son los palets de láminas arrancables de papel siliconado. Una vez terminada la obra, la plancha superior con los restos de pintura es simplemente arrancada. Este método ha demostrado su eficacia especialmente cuando se pinta con pinturas acrílicas de secado rápido y si se desea mezclar pinturas al óleo sobre un fondo blanco.