El yeso es un material excelente no sólo para la fijación de huesos rotos, sino también para numerosas tareas de diseño. Se puede utilizar como producto natural (a partir de yeso quemado) o como material de reciclaje (el llamado yeso FGD de las plantas de depuración de gases de combustión) en la fabricación de modelos y en trabajos artesanales.
El yeso se endurece después de una vida útil relativamente corta de unos pocos minutos. Pueden darse temperaturas superiores a 50 °C. El yeso líquido se puede fundir en moldes, por ejemplo, de caucho de silicona. El yeso líquido puede ser coloreado con pigmentos o posteriormente pintado con la mayoría de las pinturas disponibles en el mercado (también a base de agua).
Una vez que el yeso se ha solidificado, no debe volver a ser flexible con agua, porque entonces ya no se solidificará. La adición de cola de celulosa (pasta de papel pintado) retrasa un poco el tiempo de fraguado.
Si desea seguir procesando una pieza de yeso endurecido, remoje el área con agua. El yeso se puede retirar fácilmente con una herramienta adecuada sin que se rompa la pieza de trabajo. Los modelos de yeso seco pueden ser aserrados, taladrados, limados, tallados, pulidos..... Humedezca el yeso antes de rellenarlo, de lo contrario la segunda capa no se mantendrá bien.